Verdes relojes crían cuartos de espera,
se extienden brazos a buscar interruptores
y encuentran mierda de cansados golondrinos.
Lo correcto es darte las gracias a conciencia
por reforzar con nada mi necesidad de ser tan puta;
y sí, he buscado sin sentido este juego
pero tu amor es ciencia-ficción
en mi teatro de lo absurdo
y ya no acepto fraternidad de residencia
ni miedos a sacar dedos manchados de mi culo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario