lunes, 10 de mayo de 2010

Desde la pared

Llevo media hora en esta pared. No me gusta el amarillo, ni los dos locos que llevan haciendo ruido ya hace más de media hora, ni esa gente extraña que está sentada frente a las hojas en blanco, con la mirada perdida, como buscando algo... Esto me parece una idiotez.
Aunque a decir verdad, al menos puedo descansar un poco. Ya estoy harto de esquivar cholazos, palmadas, revistas enrolladas. La verdad que estos humanos son estúpidos, ¿no se dan cuenta que son demasiado lentos?
Hay uno en concreto que me disgusta, un extranjero, de Europa del este supongo. Su cara sonrojada, su pelo rubio, sus gafas cuadradas, su chaqueta gris y realmente rara. Humanos... ya les guataría ser como nosotros.
Ahora el del pelo largo, el que hacía pausas cuando intentó hablar, está escrutando una de las hojas, ahora manchada, como si quisiera interpretar algo.
Me voy, estoy hasta las narices, esta biblioteca es agradable, pero desde luego no es lugar para alguien como yo; además no se qué estoy haciendo despierto a esto de la una menos diez... es verdad lo que decía mi madre, nunca seré un mosquito normal.


1 comentario:

  1. Cuando lo escuché en clase me pareció muy bueno, leído me parece aún mejor. Cáustico y sonriente.
    Enhorabuena.

    Espero que algún día volvamos a vernos.

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