Dimas P.: Orobroy

domingo, 23 de mayo de 2010

Orobroy

Despues de haber oido, despues de recorrer los mil años mi cuerpo, despues de sentir palma con palma los matices del pasado, despues... recordé.

Había pasado más de un siglo. Recuerdé haber oido esa música por el 2005 mientras él se movía entre sueño y lucha. Mientras yo luchaba con el sueño por mis quimeras. Mientras la música iba afilando su imperceptible aguja para atarme a ella y recordarme su presencia cien años más tarde.

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Caligatum est

Se mezclaban los dos en un mismo ser. Para mi ya son uno. No los distingo. Los gritos ya menguan. Siento el silencio. Toca mi sombra.

Pienso sobre las fotos que van desfilando lentamente en la pantalla. Son tan diferentes... Estos circulos temporales no han unido tanto como se dice. La muda del tiempo quemada, modificada para cambiar de forma, ser eterea.

Sera feliz? Se acostará pensando en alguien? Alguien que no está a su lado? Alguien que odia a aquel que comparte su cama sin saber que es odiado? Tendrá miedo? Sentirá que su existencia se ha dividido hace 16 años? El tiempo muda los cuerpos, inmune al destino, une.

Casi había rogado para que le devolviera la llamada. Estaba ancioso. Parece como si fuese a mi encuentro intencionadamente. Como si aquel vehículo fuese su salvación. Estaba arrepentido y más guapo que nunca. Habló. Se dejó acariciar mientras yo me reía de él. El tiempo une. Muda. Quien me lo diría... después de tanto tiempo, tantos siglos que se escapan a mi memoria, vuelve.

Tal vez no era el momento. No debo interferir en mi propio futuro. Debo respetar el esuerzo del yo sin nombre. Me lo he quitado yo mismo. Espera... Aún hay muchos siglos antes de la muerte perpetua. Antes del fin absoluto. Antes de mi unión total conmigo mismo.

El Ucuo rescata la memoria. Mudas del tiempo. El banquete ha comenzado... silencio. Duerme pensando en ti. Te busca. Te has encontrado. Sueña lo absoluto de tus cinco cuerpos. Aevum.

FáJo

Le marea la gente. Sale a fumarse un cigarro... más gente. Toda la noche ha estado esperando esa llamada. Nunca llegó.

El camarero le trae un vodka con sal. Estos rusos sí que saben beber... y amargarse...y engañarse...y morir...y..... Suena el móvil. No es él. Es Matias, quiere verlo, es decir, quiere acostarse con él. Se lo piensa. ¿Joven y fácil? ¿Andres y Matias? ¿Hotel y sexo? ¿Follar y largarte? ¿Follar y quedarte? ¿Follar y follar?...eeeeh SI.

De camino al infierno, con estancia en el paraiso. Hoy se siente antiliterario, bulgar, sucio, con ganas de reirse a carcajadas mientras se alivia haciendo daño a un muchacho de 19 años. Es normal que duela...a mi tambien me duele... a todos nos duele... Espera una llamada que nunca llega. Es Matias, que más da, solo es un insignificante muchacho. Espera un beso que no llega. Una palmada que suena a: subete el pantalón que ya he terminado. Adios Matias, subete el pantalon... que no llega.

Etiam placerat

Lo conocí bailando en...., no perdonen nunca llegué a conocerlo.

Sus manos se agarraban a los fantasmas que solo él veía, la voz de su lamento retumbaba en los oidos de aquella multitud que se había congregado para ver al extraño muchacho, flaco y arrebatado en su ardiente danza, sacudir el escenario a taconazos, hacer olvidar, hacer imaginar, soñar, ofrecer el más puro de los espectaculos dibujado en su rostro... su rostro que a penas se veía entre la segunda y tercera fila, su rostro confundido entre el masculino y femenino de otros veinte rostros al menos.

EFES DE CiEGoO

Dimas P.