Y en principio fue el verbo. Y en el principio ese verbo no estaba, ese verbo lo manipularían los que venden manzanas y los me vigilan por palominos. Una falta de respeto esa calle, la verdad…
En el principio hubo algunos maltratados. Algunos desviados - aun no existía el término- en el principio estaba Zeus, Esopo, un atentado contra los asentados a las orillas de aquel mar vivo y ahora muerto… En el principio el bi no estaba, todo era uno. El principio, el paraíso, los ojos de alberti (con minúscula) para verlo, los ángeles cayendo, ardiendo plumas, se fraguaba el infierno en el confín de tus labios, menores.
No había menores, colegios, panaderías, National Geographic, RTVE, deneises, coches, prostíbulos -lástima- ni cuernos, ni drogas -otra lástima- ni condones -bieeen!- ni venéreas -lastima?- En fin, que no había.
En principio yo no tengo por qué dar explicaciones, pero las doy. En principio no tengo por que hacerlo, pero lo hago. En principio no tenéis por qué hacerlo, pero lo hacéis. Aquí falla algo. El qué? Espera que te lo cuento….
Uno: A mi me sienta peor que a ti? Sí!
Dos: No queréis soportar mi fabulosa y necesaria -según algunos- presencia, no lo hagáis, pero hacedlo saber, a la cara, de forma clara, transparente, concisa, sin lágrimas-al menos no en mi hombro- que las lágrimas son todas mías, y la pena, y la vergüenza.
Tres: Si dicen que tengo que dejar de beber: Al carajo!!!
Cuatro: Si decís que tengo dejar de beber… Al carajo!
Cindo: Si digo que tengo que dejar de beber: Al carajo, D. coño, al carajo!
(Agradecimientos a Mojinos Escozios)
Tampoco os vais a morir ahora tampoco… Gracias!
Pero tomo una resolución, la resolución de ser feliz por encima, sobre, y ante todo.
No por ello dejo de ser una "puta" ni una "warra" ni un pedante, un pervertido, un pelmazo, un lo que quieras… no, pero tomo la resolución y mucho me temo que hay personas que no incluyo.
Resumiendo, aprovechad los momentos del día en los que no ande yo cerca. Aprovechad las conversaciones correctas sin mi incorrección más que clara y evidente. Aprovechad la paz que da no tener al lado un enfermo de casi todo. Aprovechad para conocer gente nueva, para mudar de piel, de hábitos. Aprovechad para transfusionaros ideas propias propiamente ajenas, apropiaos! Aprovechad ese no hacer nada, ni tener que… ni pensar en… ni querer nada que… aprovechad! Aprovechad anidar en nidos ajenos hasta que los pollinos os devoren porque aburrís demasiado. Aprovechad el cambio para hacheros más ordinarios u ordinarios del todo. Aprovechad! Yo me sumo en el post- pesimismo y sus variantes.
No hablaré de tempranos vuelos, ni madrugadas, ni suelos, ni odios a la muerte enamorada, ni a la vida desatenta, ni rencores a la tierra y a la nada (que es en realidad lo que he sentido siempre) No hablaré más de ello, me han llenado suficiente. Hora de evacuar Charley! A cagarme en todo, que es hora, y que apeste!
Os juro- a vosotros que con indiferencia haced el favor de no leerme- que esta es la peor resaca y la última, hablo desde lo sentimental, entiendan.
Ahora comenzará la peste, el asco, las frases cortas, el no puedo, el desacostumbrado "pasar de largo", el insulto despreocupado, el egoísmo necesario, el instinto de supervivencia, el absoluto abandono de perseguir la nada, o el amor, o el deseo, o la rabia de cuerpos ajenos. Ahora todo comienza.
No creo que imite a nadie. No creo que nadie se sienta capaz de imitarme. Cada uno desaparece a diario como puede. Yo lo comienzo desde este escepticismo práctico que me desposee de todo lo que he ambicionado alguna vez.
Ahora todo se resume en dinero (omito el sexo) y en poesía. Esta última quién sabe si acaso desaparecerá e incluso más rápido de lo que uno se cree. En definitiva que las ganas de no dejar nada a mi paso son ahora mismo lo único que me hace seguir, seguir acaso mirando un punto delante del que retrocedo caminando hacia atrás. Yo también me he sentido en esa Laguna extraña como Felix "mi propio abuelo viendo a su infancia jugar" crecer acaso, morir ahora.
No se si debería despedirme de algún individuo que se que vale la pena. Pero que se quede todo entre nosotros, enterrado entre las ruinas de una casa ocre, llena de ruidos, de arañas, de lágrimas después del sexo, de golpes mal sanados. Acaso haya personas que odio y se que les debo mucho… pero que se quede entre nosotros como un pecado sin confesar, al que me someto, el que estoy dispuesto a pagar con todas sus consecuencias, y conocer el infierno, el verdadero amor, el fuego que nunca ha ardido en mi cuerpo. Pero sabed, vosotros no estáis siquiera en ese infierno, aprovechad! que no os incluyo
Y no poder nada… y no poder… nada…nada…y...
No hay comentarios:
Publicar un comentario